En un mundo tan cambiante, complejo e incierto como el actual, quienes tienen una mentalidad empresarial triunfan por su agilidad a la hora de reaccionar ante los cambios del mercado. Esta mentalidad es clave para combatir la competencia -especialmente la de los competidores bien establecidos- y hacer avanzar su negocio con agilidad y confianza.
El pensamiento empresarial consiste en aprovechar las pasiones, las habilidades, la experiencia, los conocimientos y las percepciones, los recursos y las redes para detectar y aprovechar las oportunidades en el momento y la forma adecuados.
En general, la mentalidad empresarial es más bien un estado mental que te abre los ojos a nuevas oportunidades de aprendizaje y te ayuda a crecer en tu función.
Existen creencias contrapuestas sobre qué conocimientos y habilidades pueden hacer que un empresario tenga éxito. Muchos programas, por ejemplo, se basan en la creencia de que las aptitudes de gestión empresarial conducen al éxito empresarial. Sin embargo, varias evaluaciones de estas formaciones no han encontrado impactos sostenidos o han sufrido problemas metodológicos.
Otros creen que el éxito empresarial viene determinado por rasgos innatos como la iniciativa personal, así como por otros rasgos asociados a un mejor rendimiento empresarial. Sin embargo, son pocos los programas que han intentado inculcar estos atributos personales a los empresarios, y mucho menos han comparado el impacto de dicha formación con la formación empresarial tradicional. Esta investigación aporta pruebas sobre si los atributos personales que se considera que impulsan el éxito pueden enseñarse y, en caso afirmativo, si la enseñanza de estas habilidades mejora el rendimiento empresarial de los microempresarios.
La importancia de la mente empresarial
Si estás empezando en el mundo de los negocios, puede que te sientas un poco abrumado con toda la información que hay. Por eso es importante saber por qué la mentalidad empresarial es importante para los negocios. En primer lugar, pensar como una empresaria te ayudará desde el principio. Te ayudará a saber a dónde te gustaría que te llevará tu negocio y qué riesgos estás dispuesto a asumir para tener éxito. Estar dispuesto a asumir riesgos y aceptar el fracaso es una habilidad única que no es relevante únicamente en el mundo empresarial. Incorporar una mentalidad emprendedora a tu vida diaria te ayudará a minimizar la importancia del fracaso y el rechazo en tu vida. También le ayudará a seguir adelante incluso cuando las cosas sean difíciles. Además, tener una mentalidad emprendedora fomentará la creatividad. El pensamiento crítico es la clave para el éxito de un negocio, y estar dispuesto a encontrar soluciones creativas, aunque ello suponga más trabajo, ayudará mucho a tu negocio a largo plazo.
Características empresariales
Estas son algunas de las cualidades y habilidades que conducen a ser un empresario de éxito:
- Creatividad: Un empresario de éxito tiene que ser un pensador innovador. El espíritu empresarial comienza con una idea creativa. Está presente a lo largo de todo el ciclo de vida de la iniciativa empresarial, debido a la necesidad de mejorar constantemente la idea de negocio y la respuesta a las amenazas.
- Pasión: Ser apasionado da sentido a tu trabajo. Por lo tanto, alguien tiene que amar el negocio que está tratando de construir, tener confianza y ser proactivo.
- Motivación: Al ser un empresario, eres tu propio jefe. Eres la columna vertebral de tu negocio y tu trabajo duro determina tu éxito. Por esta razón, las personas auto motivadas son las mejores para convertirse en empresarias.
- Optimismo: Dedicarse a los negocios es siempre estresante y engorroso. Es un rasgo esencial, especialmente para los empresarios de éxito que rompen el statu quo del sector. Una nueva empresa se enfrenta a múltiples riesgos y amenazas, y un emprendedor tiene que ser implacable en su respuesta.
- Persuasión: Un emprendedor siempre tiene una buena idea. Para llevar a cabo esta idea se necesita el capital, ya sea humano o financiero. El emprendimiento en fase inicial requiere convencer a los inversores para que inviertan en tu empresa.
- Flexibilidad: En una fase temprana, los empresarios tienen que desempeñar muchas funciones diferentes. Por tanto, necesitan tener una mente abierta, ser flexibles para aprender a hacer cosas nuevas y mejorarlas.
- Aventureros: Emprender, con o sin éxito, es una aventura garantizada. Los riesgos y los retos son un recordatorio diario de la dificultad de la tarea que tienen entre manos.
- Decisivo: En los negocios, el tiempo y las decisiones comparten una relación muy delicada. Tomar la decisión correcta en una fracción de segundo cuando surge un dilema, podría resultar una cuestión de vida o muerte.
La diferencia entre el pensamiento crítico y el pensamiento empresarial
El pensamiento empresarial reconoce que las soluciones a los problemas no siempre se encuentran analizando las ideas. Las soluciones residen en la investigación del mundo exterior. Por su naturaleza, el pensamiento empresarial está orientado hacia el exterior, no hacia el interior. El pensamiento empresarial requiere humildad, es decir, darse cuenta de que lo que uno ya sabe es sólo una base de conocimientos. Y esa base sólo puede construirse comprendiendo y hablando con los clientes potenciales. Para tener éxito como empresario, hay que saber qué quieren los clientes. Eso sólo se consigue con la experiencia y se llama pensamiento crítico. El pensamiento crítico es una habilidad que se puede perfeccionar y desarrollar con la práctica, las experiencias de la vida real y el tiempo. Esta habilidad también fomenta la autorreflexión. Ayuda a facilitar el examen de nuestras propias creencias en comparación con las de los demás. Cuando examinamos nuevas ideas con una mirada lógica y objetiva, nos abrimos a mundos completamente nuevos de creencias, conceptos y percepciones. Sólo con el pensamiento crítico se puede organizar y digerir información e ideas importantes.
Ver 6 pasos para mejorar el pensamiento crítico aqui
Pensamiento y acción empresarial
Para liderar con éxito en situaciones inciertas e incógnitas, necesitamos líderes que se basen en una lógica diferente de la tradicionalmente existe en las empresas y que aprovechen esa lógica diferente de la toma de decisiones empresariales. Aunque las críticas a los directivos y a la formación en gestión han sido generalizadas, no se han articulado soluciones claras para crear un nuevo camino para los líderes. Acciones como, un mayor énfasis en la ética, el liderazgo y la responsabilidad social corporativa, y el uso del pensamiento de diseño, son todos pasos importantes en la dirección correcta, pero son sólo eso: pasos. Hay que enseñar a los líderes un nuevo y revolucionario modelo de pensamiento que parta de una visión fundamentalmente diferente del mundo de los negocios, y que implique una lógica diferente en la toma de decisiones. El Pensamiento y la Acción Empresarial, que los líderes empresariales ponen de manifiesto y practican, es este nuevo modelo mental.
Las características de la mentalidad empresarial
En cuanto al pensamiento empresarial, todo se reduce a la mentalidad. En primer lugar, los emprendedores sienten una gran pasión por lo que hacen. Tienen que serlo, porque se entregan por completo a ello. Construyen sus empresas desde cero, a menudo con un gran sacrificio personal. Esa pasión tiene que estar presente porque se necesita mucho trabajo para poner en marcha un negocio. Sin pasión, el trabajo será tedioso y no se encontrará ninguna alegría en él. Los empresarios invierten mucho tiempo y energía en su negocio, lo que difumina la línea que separa el trabajo de la vida familiar. Los emprendedores están muy centrados en sus objetivos y no se desvían de lo que se han propuesto. Ser disciplinado es algo natural para los empresarios. Como cualquier otra persona, los empresarios suelen cometer errores, pero en lugar de rendirse, aprenden de ellos. No dejan que el fracaso les impida seguir trabajando. Por supuesto, los emprendedores aceptan los consejos de los demás, son oyentes excepcionales y comprenden el valor de una perspectiva distinta a la suya.
Desarrollo del pensamiento empresarial
Convertirse en su propio jefe y en empresario es la nueva y codiciada opción profesional del siglo XXI. Sin embargo, es un procedimiento que requiere un conjunto de acciones para llevar a alguien a construir un negocio de éxito. En primer lugar, la creatividad es una capacidad muy importante para ver las cosas de forma diferente y aportar soluciones donde hay lagunas. La creatividad puede darse si alguien intenta hacer algo nuevo.
The Big Short es una película que describe cómo varios empresarios e inversores oportunistas consiguieron sacar provecho de la crisis financiera de 2008 yendo en contra de la opinión popular.
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Por supuesto, no hay nada como la experiencia en el mundo real. Tanto si diriges un negocio de forma paralela a otro trabajo como si lo haces a tiempo completo, tienes la oportunidad de desarrollar tus habilidades, como la planificación empresarial, la negociación, las ventas y el marketing. El pensamiento empresarial requiere la capacidad de dirigir un equipo y mantenerse organizado, así como entender las finanzas básicas. Nadie tiene por qué ser contable, pero al menos deberías ser capaz de entender los aspectos básicos del flujo de caja, los activos y las pérdidas y ganancias. Los mejores empresarios han aprendido a comunicar su pasión y sus sueños de forma atractiva, ya sea asistiendo a eventos empresariales, conferencias o seminarios, pasar tiempo con otros empresarios ayudará a alguien a crecer en sus propias habilidades empresariales.
